¿Te has preguntado por qué hay huevos blancos y marrones? ¿Qué diferencia hay entre unos huevos y otros? ¿Cuáles deberías elegir?
Estas y otras preguntas son las que vamos a responder en el artículo de hoy sobre por qué hay huevos blancos y marrones.
Descubre por qué hay huevos blancos y marrones
La respuesta sobre por qué hay huevos blancos y marrones está en la raza de la gallina. Hay gallinas marrones y gallinas blancas. Las primeras ponen huevos marrones, mientras que los huevos de las últimas son blancos. Sin embargo, estos no son los únicos colores que existen en materia de huevos. Podemos encontrarlos moteados e incluso, azules.
¿Qué huevos son mejores: los marrones o los blancos?
La verdad es que…ninguno. O lo que es lo mismo, los dos son de la misma calidad. Esto se debe a que el color de la cáscara no tiene nada ver con la calidad del huevo ni con su sabor. Esta tiene más relación con la alimentación que se le dé a la gallina.
Entonces si no son de mejor calidad, ¿por qué los huevos marrones son más caros? La clave está en el tamaño. Las gallinas marrones son más grandes que las blancas, por lo que necesitan más alimento. Esta mayor cantidad de comida queda luego reflejada en el precio de los huevos.
¿Los huevos marrones son más duros? Habrás notado que unos huevos tienen la cáscara mas dura que otros. Esto no se debe al color, ni mucho menos, sino a la edad de la gallina ponedora. Las gallinas jóvenes ponen huevos con la cáscara más dura. Mientras que las gallinas de mayor edad ponen huevos con la cáscara más fina.
¿Por qué son más habituales los huevos marrones?
Existe la percepción de que un huevo marrón es más natural, más de campo y, por tanto, mejor que uno blanco. Por ello, la demanda de huevos marrones es mayor. Lo que ha llevado a que las granjas, como Granja Valleval, se centren en la producción de huevos marrones, dejando de lado la de los blancos.
Esperamos haber respondido todas tus preguntas acerca de por qué hay huevos blancos y marrones. ¿Sabías ya por qué hay huevos blancos y marrones?
Ahora ya sabes que el color de la cáscara no hace ni mejor ni peor a un huevo. Lo que diferencia a un huevo es su frescura, su trazabilidad, etc.
Por lo que lo único que tienes que hacer es disfrutar de ellos en sus múltiples variantes de preparación. Y sin preocuparte tanto por el color a la hora de comprarlos. Y tú, ¿qué huevos compras?
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