Hoy desmontamos el mito sobre el colesterol y el consumo de huevo. Durante décadas se ha creído que la ingesta de huevos frescos aumenta el nivel de colesterol en sangre. Por ello, hasta hace poco existía la creencia general de que había que reducir su consumo a 2 ó 3 huevos a la semana.
Esta creencia ha sido desmentida por numerosos estudios. A continuación te desvelamos el por qué, pero antes, ¿sabes exactamente qué es el colesterol?
¿Qué es el colesterol?
Se trata de una sustancia que se encuentra de forma natural en el cuerpo y que resulta esencial para que funcionen todas las células.
La mayor parte del colesterol se crea en el hígado y una pequeña cantidad procede de la alimentación. El colesterol sólo se convierte en un problema cuando el nivel en sangre es excesivo; si se tiene más del que el cuerpo necesita, se pueden acumular depósitos de grasa en las arterias que podrían afectar la salud cardiovascular.
¿Por qué se habla de colesterol bueno y colesterol malo?
Existen 2 tipos de colesterol:
1.-HDL (lipoproteína de alta densidad), es el llamado colesterol bueno porque arrastra el colesterol no utilizado por el organismo hacia el hígado para ser eliminado, por lo que se considera que un nivel elevado de (HDL) es sano para el corazón.
2.-LDL (lipoproteína de baja densidad) transporta el colesterol recién producido a todas las células de nuestro organismo. Se denomina malo porque puede acumularse en las paredes de los vasos sanguíneos, con lo que se estrechan y obstruyen incrementando así el riesgo de enfermedad coronaria.
Por lo tanto para mantener un corazón sano, es importante mantener un nivel bajo de colesterol malo (LDL) y un nivel elevado de colesterol bueno (HDL).
¿Qué relación hay entre el huevo y el colesterol?
Es cierto que el huevo contiene colesterol, concretamente en la yema. Sin embargo, el efecto que el colesterol dietético (el ingerido a través de los alimentos) ejerce sobre los niveles de colesterol en sangre en las personas sanas es mínimo y depende en gran medida de otros factores como la propia genética, el peso o el estilo de vida.
Es decir, no todo el colesterol que comes va directo al torrente sanguíneo, sólo se absorbe el 15%.
En este sentido, son las grasas saturadas las que sí que vienen a determinar el aumento de colesterol en sangre (ejemplo: carnes grasas, fiambres, embutidos, crema, manteca y lácteos enteros).
El huevo por su parte es un alimento muy nutritivo que contiene proteínas de excelente calidad y alto valor biológico, ácidos grasos mono y poliinsaturados, entre ellos omega 9 como el oleico, que ayudan a aumentar el colesterol HDL o bueno.
Por todo ello, numerosos estudios han demostrado que el huevo es un alimento fundamental en la dieta ya que proporciona beneficios adicionales para la salud y puede consumirse diariamente siempre y cuando se siga una dieta saludable.