Ingrediente versátil, el huevo es la estrella de la cocina por excelencia (Ya sea con o sin cáscara, en tortilla, frito, pasado por agua, duro, escalfado o en revuelto). Su clara es la responsable de espectaculares merengues y su yema está en postres tan ricos como las natillas, los flanes, las magdalenas o los soufflés. Igualmente, los empanados no tendrían sentido sin él y sacan brillo a muchas recetas preparadas en el horno.
Por eso, ¡no deberíamos subestimarle! Y para demostrar que el huevo a estas alturas de tu vida, aún te puede sorprender…
4 de los secretos del huevo mejor guardados:
- Podemos congelar el huevo. Ahora bien, no de cualquier manera: rompe la cáscara y sitúa cada huevo en un recipiente hermético con un poco de espacio. Después, pon una lámina de film en la boca del tupper y cierra la tapa. De esta manera, el frío no quemará el contenido. Fundamentalmente, para casos de urgencia, ya que el estado tras su descongelación no es el mismo. De hecho, si es posible, mejor regenerarlos batiéndolo con sal, azúcar y zumo de limón.
- Averiguar si el huevo es viejo. Un truco bastante reconocido, no falla. Si sumergiéndolo en agua, se queda en el fondo, es fresco. Buceando un poco, joven pero maduro. Si por el contrario, flota, está en las últimas. ¿Por qué flota? Con el paso del tiempo, pierden humedad en la cáscara. Así, la clara y la yema se encogen, y la cámara de aire en el extremo redondeado se incrementa, convirtiéndose en un flotador.
- Los huevos viejos son más fáciles de pelar. Los lozanos huevos tienen un pH bajo, que hace que la clara se pegue mucho más. Tras un tiempo en la nevera, este sube y la cáscara se pela de maravilla.
- Un huevo correctamente cocido, ¡no debe hervir! A fuego lento, sin burbujas, a una temperatura entre 80 y 85 º, evitamos posibles roturas de cáscara, que la clara quede gomosa o la yema reseca.
¿conocías alguno de estos secretos? ¿Sabías de la versatilidad del huevo? ¿Algo que no sepamos? ¡Esperamos tu comentario!
